El sector de las puertas se divide en dos grandes ramas, a las que simplificando llamaremos: el
“sector de las Puertas Industriales, Comerciales y de Garaje” y el “sector de las Puertas
Peatonales Automáticas”. En este caso hablaremos de las primeras.
Al igual que los ascensores y otros elementos que llevan incorporados motores y componentes electrónicos, las puertas automáticas se consideran máquinas. Como tales tienen que estar certificadas con el Marcado CE y todo lo que ello conlleva. Este Marcado persigue minimizar los riesgos inherentes a una puerta automática de garaje.
Estos son los riesgos potenciales de una puerta:
- Aplastamiento, Cizallamiento, Arrastre y Golpe: El golpe, atrapamiento, cizallamiento o arrastre provocado al abrir o cerrar la puerta, debe de ser mínimo. Para ello se regulará la fuerza del motor o se colocarán sistemas que paren o inviertan la maniobra.
- Levantamiento de personas: En las puertas de maniobra vertical no se debe dar la posibilidad de que levanten a una persona.
- Riesgos eléctricos y de la motorización: Las puertas motorizadas deben protegerse contra los contactos eléctricos directos e indirectos, así como contra el fuego debido a sobrecargas o sobrecalentamientos
- Caída de la hoja de la puerta de maniobra vertical: Son las puertas basculantes, enrollables o seccionales. éstas dispondrán de las medidas suficientes para que en caso de avería o rotura de cables no caigan.
- Impacto: En el caso de puertas que no funcionan bajo un control de presión mantenida, debe evitarse o limitarse el impacto.
- Atrapamiento: Ante un fallo en la puerta motorizada, debe de haber una salida alternativa para que nadie se quede atrapada. De no ser así, se deben de acometer las medidas necesarias para que la puerta se pueda abrir sea cual sea el problema.
- Funcionamiento manual: Cuando una puerta motorizada funcione de manera manual, ésta lo hará con total seguridad.
- Rebasamiento del límite del recorrido de la hoja: La puerta debe detenerse automáticamente y con total seguridad cuando alcance sus posiciones límite de final de recorrido. El movimiento de la puerta también debe interrumpirse y la motorización se debe poner fuera de funcionamiento cuando se le dé la orden de parada.
- Puertas de paso incorporadas: Cuando una puerta de garaje motorizada tenga incorporada una puerta peatonal de paso, se colocará un sistema de seguridad para que la puerta de garaje no se abra si la peatonal no está bien cerrada.
- Resistencia a la carga del viento: Una carga aplicada a la puerta no debe provocar su desplome, una deformación permanente, su descarrilamiento o cualquier otro fallo que tenga consecuencias en la funcionalidad y la seguridad de la puerta.
- Puertas en zonas de tráfico: Aquellas puertas rápidas de mercancías donde pasan vehículos o personas, deberían de tener ventanas que permitan la visibilidad. Estas ventanas, en caso de rotura no dejarán fragmentos cortantes o partes peligrosas.
Para evitar incidentes y accidentes, los profesionales en el sector debemos de informar a nuestros clientes de dichos riesgos. Existen muchas medidas de seguridad que se pueden adaptar y será una cuestión de responsabilidad por parte del propietario el adecuar su puerta a lo que exige la Ley y a lo que le dicte su conciencia.
En CALSER PUERTAS AUTOMÁTICAS queremos ayudarte en la adaptación de tu puerta. Sin ningún compromiso, podemos visitarte para determinar las medidas a adoptar. No puedes obviar que es obligatorio, pero sobre todo estarás minimizando riesgos y reduciendo así las probabilidades de accidente.
Esperamos poder colaborar contigo en tus proyectos.
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